miércoles, 4 de diciembre de 2013

Mi sentido y mi razón fueron mucho mas allá contigo. Sólo por eso deberías recordarlo. Recordarme. No olvidar que fuí YO quien te llevo tan lejos como quisiste.
Llevando el pasado a cuestas, arrancando sonrisas de una mera facción de escucha.

Ya te viví mas atrás. Tenías otra cara, otra alma, otra voz. Pero la misma sed de mis latidos sonando como una canción fúnebre. Puede que estemos echos para ello, para sufrirnos y para gastarnos.




Puede que fuese suficiente en algún momento. Ahora ya no sé dónde ir. Si huir de tus labios o dejarlos medio mordidos. La dulzura ya no me adorna ni me cobija. Sólo me señala aquél rincón de donde nunca debió salir. Podría mirarte y mirarte y mirarte...y nunca saber poner punto y final.  Y de nada, salvo del mundo, y de nadie, salvo de ti. 

¿Ahora sabes qué guardas? Con tus llaves, mis inviernos; tus veranos, mis pecados; en tu huida, mis llantos. 

Roza mi aliento. Piensa mi boca. Pequeña y rota de tus besos. Aún así repetiré.

Hoy no es día de enamoramientos. Quiero mi cuento. Te quiero a ti. Implacablemente para mí… a ti.